Apendicitis

Apendicitis

El apéndice es una pequeña porción del intestino grueso, localizado a nivel del ciego, de tamaño variable y cuya función no ha sido totalmente aclarada.  Cuando la luz del apéndice se obstruye, las secreciones se acumulan y el apéndice se distiende, produciéndose alteraciones muy importantes en su vascularización que condicionan su inflamación o apendicitis aguda.  Dejada evolucionar sin tratamiento el apéndice termina  por perforarse, pudiendo generalizarse la inflamación a todo el abdomen, lo que se conoce por peritonitis.  Desde que se obstruye el apéndice hasta que se produce la peritonitis hay un  margen variable de tiempo, lo que permite estudiar al paciente y asegurar el diagnóstico.
El cuadro clínico producido por la apendicitis comienza de un modo anodino y común a muchos procesos abdominales, por lo que muchas veces conviene mantener en observación al paciente, durante unas horas, hasta establecer la indicación quirúrgica. Es aceptado por la mayoría de los cirujanos que en caso de dudas en el diagnóstico y ante una sospecha razonable se corre más riesgo no interviniendo al paciente que si se interviene y el apéndice no está  afectado. En algunas situaciones especiales, el apéndice se perfora pero la inflamación queda aislada por determinados mecanismos de defensa abdominal, constituyéndose un plastrón apendicular. En algunos casos particulares el tratamiento inmediato será  antibioterapia, debiendo retrasarse la apendicectomía el tiempo que el cirujano crea oportuno.
La intervención quirúrgica una vez indicada se considera una urgencia médica.  Se realiza bajo anestesia general, lo que conlleva los riesgos propios de dicha técnica.  La apendicectomía puede entrañar grandes dificultades técnicas en algunos pacientes, haciéndose necesario la realización de un abordaje diferente.
La estancia postoperatoria varía, según la gravedad del cuadro, siendo en los casos más graves necesaria la estancia del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Las complicaciones son más frecuentes cuanto más grave fue el cuadro y pueden ser absceso de pared abdominal, hemorragia postoperatoria, obstrucción intestinal por bridas, absceso intrabdominal, esterilidad en las niñas (por afectación de las trompas) y en los casos muy graves incluso la muerte del paciente. En algunas ocasiones las complicaciones obligan a reintervenir al paciente aumentando la gravedad del cuadro y estas pueden presentarse tardíamente, meses o años después.
En la actualidad, el único tratamiento efectivo de la apendicitis aguda es quirúrgico, sólo habiendo como alternativa a la cirugía abierta la cirugía por laparoscopia, que no puede ser aplicada a todos los casos, y siempre según el criterio del cirujano.

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